Joana Raspall

Estimo les lletres
que formen els mots,
els llavis que els diuen,
i el cor que els entén…
perquè als mots hi ha
l’anima

de tota la gent

Detente un punto, pensamiento inquieto

Detente un punto, pensamiento inquieto;
la victoria te espera,
el amor y la gloria te sonríen
[...]
Rosalía de Castro

domingo, 14 de septiembre de 2008

Quejarse cojones!!

A mí lo que me gusta de los americanos, es ese poner un juicio por cualquier cosa y ese hasta dormir con la bandera. Reivindican sus derechos que es un gusto, lástima que otras cosas no me gusten tanto. Pero lo que es, es.
En España, somos de otra manera......que me mira raro el pavo aquel con gafas, que ya lleva tres minutos y medio mirándome, a que todavía le meto...
Pero luego no somos nadie. Vamos al I.N.E.M (Ir No En casa Mejor), y nos dan por todos lados, con el carnet en la boca lo primero, y los empleadillos que te miran que parece que les vas a robar. a hablarte ni se dignan, lo más que te dicen es te falta la fotocopia del carnet, vente mañana. Mañana volverás y te faltará el termo de café. O lo que se les ocurra. Si alguien conoce a alguien medianamente simpático de lo que es el paro de toda la vida, que no me lo presente. Paso de ellos. En el dentista, pagando, una hora de espera, y no se queja nadie. Ir al médico, de la S.S. tercermundista total, y ya te puedes llevar la fiambrera para comer, que allí pasas el día. y no se queja nadie!. Nos va el rollo masoca.
He estado este puente en un camping en Tarragona. No voy a decir el nombre hasta que consulte con un abogado de oficio por si acaso. Con mi marido que es de los que les va el rollo masoca, y no se queja de nada, y con mis churumbeles. Sólo diré que es de 1ª categoría, y está al lado de las vías y el tren que se oye que es un gusto. Nos hemos gastado en tres días, la comida de dos semanas. No es barato. Pero teníais que ver la mierda de bungalow que nos dieron. Sólo el lavabo, peor que el de la casa del pueblo de mi abuelo. Casi todo estaba roto o deteriorado. El calentador, que mi marido se quemó la mano encendiéndolo, es mismamente de museo. Y mierda?, cómo estaba de sucio!. La tarde entera limpiando el cuchitril ese que cobran a precio de oro. Como en mi casa estaba vamos. Ya me puse una batita directamente.
Y que gente más poco amable, había un ciudadano (señor no se le puede llamar, eso hay que ganárselo) vigilando el jacuzzi, que echó al niño 2 veces por que le salío de los cojones. Imposible que le saliera de otro sitio. Iba con silbato, y los árbitros a su lado son niños de colegio. Que nos tenía con el silbato, que cualquier día se lo meten por donde amargan los pepinos.
En recepción, contento estará el dueño/a que sus trabajadores talmente parecen funcionarios. Había 8 ó 10 personas, y sólo uno trabajando. Los demás perdían el tiempo bien, bien. Ese mirar el ordenador, y apartar la vista cuando vas a preguntar, o levantarse de la silla e irse cuando te acercas. Para eso hay que valer!. Y dos de ellos que fuí a quejarme del del silbato (dos eh!), y me dan directamente sin mirarme la hojita de sugerencias!.
Les he pedido el libro de reclamaciones, que no sabían ni lo que era. Después de insistir mucho me han sellado la hoja. Y de manera muy paciente, como a una niña de 2 años, me han explicado que no saben cómo va lo de las reclamaciones por que NUNCA SE HA QUEJADO NADIE.
Quejarse cojones, que nos traten como a personas. Que gratis no hay nada.

1 comentario:

guada dijo...

jajajaja, la verdad es que si, somos un país de masocas, para que luego digan que nos quejamos por vicio, pues no, deberíamos quejarnos todos de todo y ya se verá lo que pasa