probé a cerrar los ojos,
quise sentir un canto
las teclas con las notas,
mezcladas bailando
una danza que acompasa
sin partituras solfeando.
sólo yo escuchando,
pensé en un sostenido
sin llegar a imaginarlo
las notas musicales
arrancadas por tu mano,
como tu columna vertebral,
contándote los huesos.
me faltaron dos o tres
puede ser,
quizás cuatro
sería por eso,
que no acerté,
ni a escuchar
ni a componer
ni a poder imaginar
ese sueno de un piano